En los últimos años hemos aprendido que un seminario, un taller o una conferencia en nuestras salas puede tener un gran efecto ecológico y social. Para reducir esta «mochila» de su evento desde el principio, le pedimos que se tome en serio las siguientes sugerencias:
Viajar
Viajar a Berlín puede tener un enorme efecto ecológico. Le recomendamos que evite viajar en avión a Berlín. Tenemos excelentes conexiones ferroviarias con Berlín y comprar los boletos con antelación o utilizar las Bahncards hace que este viaje sea casi siempre asequible. Una gran ciudad no es lugar para autos. Los autos obstruyen y envenenan nuestra ciudad, hacen ruido y son peligrosos. Déjelos en casa. Esto es especialmente cierto para guías de grupo: aquí tenemos casi de todo, normalmente no se necesita auto y menos para ir de compras. Para eso está nuestra bicicleta de carga.
En Berlín, la mejor manera de moverse es el transporte público (ÖPNV). Es ecológico, barato y poco estresante.
De compras
En nuestro entorno inmediato hay tres supermercados ecológicos y una tienda de alimentación ecológica. Todos ellos son fácilmente accesibles en tranvía o con nuestra bicicleta de carga Paulin. Aquí puedes hacer todas tus compras importantes, buscando productos ecológicos y sostenibles. Las tiendas de descuento cercanas también ofrecen una amplia gama de productos ecológicos. Por favor, no nos frustre teniendo que volver a vaciar los cubos de basura llenos de envases de embutidos y quesos baratos y de botellas de plástico de Coca-Cola.
Dentro de la tagungswerk
Nuestro sistema de energía solar térmica proporciona agua caliente con una baja huella ecológica, especialmente en verano. Sin embargo, no a las 7 de la mañana. Si te duchas por la tarde, tu huella ecológica será mucho menor.
La calefacción es un asesino del clima, especialmente en las casas antiguas como la nuestra. Por desgracia, como suele ocurrir, la administración de nuestro edificio no hace nada por aislarlo. Así que depende de cada grado y de su comportamiento de ventilación. Ventilar a intervalos regulares ahorra energía, al igual que bajar la temperatura de la calefacción en las habitaciones.
El ahorro de electricidad también tiene sentido. Las luces no tienen que estar encendidas día y noche. Ni en el baño ni en las salas de seminarios.